martes, 12 de junio de 2018

La eutanasia puede ser el adiós al dolor

Actualmentevivimos en una sociedad abierta de pensamiento, para algunos está bien practicar la eutanasia y para otros es un pecado mortal; ahora ¿Es realmente justo que un enfermo terminal siga sufriendo? ¿Para quién es más difícil esa situación?
Muchas veces, cuando se tiene a algún ser querido en estado desahuciado es difícil tomar decisiones tan drásticas como la eutanasia, ya que diversos motivos ponen en duda su ejecución: su legalidad, los afectos involucrados, y hasta en ocasiones ser egoísta y no pensar en lo que el pariente desea.Si bien sabemos que no en todos los países del mundo esto es legal, existen varios que ya la han aprobado como Países Bajos, Bélgica y Colombia, con el fin de no hacer más largo el sufrimiento que causa la enfermedad.

En mi opinión, llevar a cabo este procedimientono es algo fácil; sin embargo, apoyo la praxis siempre y cuando se cumpla bajo condiciones muy específicas o el afectado lo pida. Llegar a ese momento es tan trágico para la familia como para el que decide ponerle fin a su vida, debido a que entran en un proceso de despedida que por mucho que se sabe y llegará, duele como si nunca lo hubieras esperado.

Antes de llegar a estos extremos es bueno detenerse a pensar y valorar la posibilidad de darlo todo hasta buscar la solución; pero en ese tiempo dedicarse a pasar los mejores días o meses con esa persona y hacerlo lo más feliz posible para que recuerde así sus últimos días como los más tranquilos que pudo tener. De ser necesaria la eutanasia, se debería asimilar como si se le diera la llave que lo llevará a la transición y dejando todo el dolor atrás.







Por: Gabriela Esté 

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