Distracción para dejar fluir.
Entretenerse es de esas cosas que se vuelven genuinas,
que están constantemente en nuestras vidas porque sencillamente, un humano
necesita liberar su cabeza de pensamientos y deberes en determinados momentos.
Es una especie de proceso que servirá para replantearse las cosas y darle un
nuevo enfoque; o al menos, eso siempre es lo que queremos creer cuando
procrastinamos.
En Venezuela, por ejemplo, parece que viniera escrito en
nuestro ADN porque siempre estamos buscando algo diferente que hacer para
desviar el hecho de que nos encontramos cada mañana con retraso en el metro, de
que no conseguimos dinero en efectivo o de que se nos fue el agua y quedamos
con jabón en el cuerpo. Es simplemente el escape perfecto ante tanta mala vibra,
si se le puede decir así.
Tal vez… Los malos momentos obligan a muchos de nosotros a
buscar esa mínima felicidad en pequeñas cosas, como Guido lo hacía con Giosué
en La vida es bella, es darle un
toque de dulzor a tanto sin sabor.
La distracción hoy es el mundial de fútbol y quería
hablar de esto porque me parece tan pura la afición hacia un evento deportivo
donde ni siquiera figuramos. Es gracioso, pero es verdad. Necesitábamos un
espacio para dejar fluir nuestra pesadez y llegó. ¿Y lo mejor que es? Que
aquellos que son más grandes, lo notan. Lo perciben a través de los pasillos de
la Universidad. En el metro y en los ojos brillantes de estudiantes que
deberían estar repasando las lecciones de los próximos parciales. Pero no hay
quejas, más bien hay un síntoma de nostalgia, felicidad y emoción que se
contagia y lleva a creer que somos más los que requerimos de incentivos y nos
podemos convertir en el mismo para otros.
Cafetín de la Universidad Católica Andrés Bello Foto: @majophs |
O en todo caso, eso me dejó saber una de las señoras que
ayuda con la limpieza en el módulo 1 y 2 de la UCAB, llamada Ladia. No recuerdo
su apellido, pero sí sus palabras “Amo verlos así… Amo ver a la base de mi país
feliz. Porque ustedes son los que quedan.” Aunque fueron frases simples, la carga
emocional que transmitieron era alta.
Es como cuando te dan la bendición. Claramente, es
costumbre, pero es algo que si tu mamá no responde te hace entrar en una
especie de trance con preguntas sin respuestas. Simplemente porque “bendición”
significa un “cuídate” y quizá, un “te amo”.
Entonces… Si la fiebre por el fútbol puede unir a un poco
de muchachos de distintas carreras, con metas que no convergen, con
pensamientos lejanos que pisan tierra solo por 90 minutos y generan tanta
felicidad; entonces hay algo que está bien, hay algo que va más allá de que tu
selección clasifique o no. Simplemente existe el hecho de vivir el instante y
olvidar, por dos horas o un poco menos que hay una tormenta afuera que tiene
cara de inflación, delincuencia y carencias. Es justo allí donde nos volvemos
uno solo, cogemos la fuerza y acariciamos la unión que, a veces, tanto
deseamos.
Por: María José Dugarte Bernal.
@majodugarte_
No hay comentarios:
Publicar un comentario